Ocho películas a los 30 años, un premio importante como el Biarritz del que sólo le contaron la ceremonia, madre de una niña con la que todo el día se besa, cocinera pero de las de sin receta, visitante habitual del pasaje 18 de polvos azules donde consigue películas antiguas, fanática de Molotov. Así es Melania Urbina, el personaje de tantas películas peruanas.
Aquella vez la entrevista terminó con la pregunta con la que debió empezar. Melania, ¿qué pregunta estás cansada de contestar? Lo pensó un rato, como tratando de recordar algún feo momento o la pregunta más idiota. Creo que ninguna, dijo en un primer momento. Aunque a veces ya me cansa que me pregunten por Django o que se hagan tantos problemas por las escenas de los desnudos. Por un lado me agrada que esa película ya forme parte del imaginario del cine nacional, pero por otro lado me sorprende que se siga hablando tanto de eso. Sería bueno que empiecen a disfrutar de otras escenas, ¿no?
Después de eso nos contó que había bailado parada encima de la tarima del baterista de Molotov en un concierto en México, al cual no pensaba entrar pero en el que terminó bailando con varias chicas en el escenario. Las siguientes preguntas son la excusa para el encuentro con Melania.
¿Qué agota más la etapa de grabación o la de promoción de la película?
Creo que las dos, pero por distintos motivos. Emocionalmente es difícil la etapa de filmación, sobre todo para un personaje como el de Mariposa Negra que es bastante complicado, que tiene escenas difíciles, con bastantes cambios. Fue un proceso complicado, y también agotador físicamente, había días de sesiones larguísimas en los que llegamos a filmar 16 horas al día. La promoción de la película tiene su lado divertido y también agotador. No estoy muy acostumbrada y cuando hay una película se junta todo en dos semanas y es divertido y uno anda de un lado para otro.
¿Por qué dices que el personaje de Mariposa Negra era bastante complicado?
Gabriela sufre un cambio bastante fuerte en la trama de la película. Pasa por todo un proceso para cobrar venganza. Primero el dolor profundo, la rabia, la impotencia, descubrir la difamación que la llena de ira y que la convence de cobrar venganza. Son varios cambios sutiles que son complicados cuando filmas, sobre todo por que uno no graba en orden entonces tienes que tener claro cada momento dramático, tienes que estar en la medida justa.
¿Sientes que otras películas te han exigido menos?
Todas las películas tienen su grado de dificultad. Quizá algunos personajes son más cercanos a ti, entonces se requiere una descarga emocionalmente menor. En el caso de Gabriela es una situación tan extrema y tan lejana a algo que me haya pasado, que una tiene que sacar de muy adentro el dolor. En cambio, películas como “Mañana te cuento” o “Un día sin sexo” son más tiradas a la comedia o sea uno puede divertirse más.
¿Eres de la que lee todas las críticas que salen?
De hecho me interesan las críticas y me interesan leerlas, pero hay críticas que no me interesan, como las de Sebastián Pimentel por ejemplo. Lo leo pero de verdad no me importa mucho lo que diga, pues todos en el medio sabemos que antes de que haga la crítica va a hablar mal, que va a destruir la película. Lo que me da pena es que escriba en un medio tan masivo como lo es Somos, y me sorprende que un medio tan importante le de cabida. Me quedo con los críticos que no destruyen sino que construyen, los que plantean lo bueno tanto como lo malo. Pero, finalmente hablen bien o hablen mal ya no puedo cambiar el trabajo hecho. Por supuesto, uno aprende de los errores pero hay que quedarse siempre con lo bueno.
¿Cuánto ayuda al ego un premio como el Biarritz?
Es bueno para el ego, pero nada cambia. Todos me preguntan te van a ofrecer cosas afuera. Yo sigo mi vida normal, y las cosas buenas que traiga el premio serán bien recibidos. Igual no es buena idea comenzar a proyectarse antes de tiempo, que todo llegue en el momento que debe llegar y si no llega es menos doloroso. Es emocionante recibir un premio, no deja de ser raro, no estuve allá. Pancho me ha contado como fue, pero no lo viviste, es como un poco abstracto.
Si pudieras elegir un director con el que no has trabajado. ¿A quién elegirías?
Aquí en Perú me encantaría trabajar con Aldo Salvini. Afuera me gustaría trabajar con Tim Burton, o con los hermanos Coen.
¿Te interesa el cine independiente o Hollywood?
Es mi sueño hacer cine independiente por el mundo, ojala algún día lo logre. Sería estúpido decir que no aceptaría hollywood, por que si lo haría; pero mi objetivo va más allá por el cine independiente mundial.
¿Cuándo te diste cuenta que lo tuyo era la actuación?
A los 16 comencé mi primer taller de actuación y me di cuenta que era ese lo que quería hacer. Pero como una cuestión de chip que tiene uno en la cabeza pensaba que tenía que estudiar una carrera. Entonces me metí a estudiar comunicaciones en la de Lima y si bien disfrutaba de la universidad, era una buena alumna, empezó a quitarme tiempo para actuar que era lo que me gustaba. Entonces dejé un ciclo con la intención de regresar y así pasaron diez años. Lo que más pena me da de no terminar la carrera es no tener la posibilidad de hacer una maestría en lo que me provoque. En actuación, cine, dirección.
¿Aparte del cine cuáles son tus pasiones?
Me encanta la cocina, siempre he pensado estudiar cocina. Me gusta inventar, no soy de las de receta. Y a veces me liga, sale rico.
Te has dado cuenta que en las últimas películas peruanas casi todas son mujeres. Claudia Llosa, Magdiel Ugaz, Magali Solier, Jimena Lindo, Judith Vélez, tú. ¿Crees que esa presencia femenina ha renovado un poco el cine nacional?
Me encanta eso. Ha habido como un boom. Básicamente las últimas películas han sido femeninas. El hecho de ser mujer no hace que sea mejor o peor una película pero a partir de cada género tenemos visiones, sensibilidades y formas distintas. Entonces si puede ser que aparezca una visión distinta.
¿Qué opinas de Polvos Azules como proveedor de películas clásicas y de otras que nunca estrenan aquí?
Es una doble sensación. Estoy en contra de la piratería que afecta a la industria peruana y a los cines. Pero por otro lado si no existiera Polvos Azules, que es una fuente de información, de cultura, no podrías conseguir buenas películas que no puedes conseguir en ningún lado. Felizmente existe un lugar, no se puede erradicar algo sino tienes una alternativa.
